Luego de una caída de la brecha cambiaria, con el dólar oficial deslizándose un poco más rápido que el año pasado y los dólares alternativos bajando, los últimos días esto se revirtió, y los dólares alternativos comenzaron nuevamente una suba fuerte y sostenida, introduciendo una presión inflacionaria adicional. Todo esto ocurrió a partir del anuncio del paquete de asistencia a los ingresos de jubilados, trabajadores informales, beneficiarios de planes sociales y monotributistas. Debido a las restricciones laxas para acceder al beneficio, se espera que cerca de 14 millones de personas sean alcanzadas, lo cual implica algo más de $200.000 millones, esto es cerca de un 0,5% del PBI. Al tratarse, a diferencia del IFE en 2020, de una causa de carácter permanente y no transitorio, como fue la pandemia, es esperable que transcurridos los dos meses vaya a resultar casi imposible retirar la asistencia. De esta manera, un desembolso no contemplado, por el equivalente a 0,5% del PBI cada dos meses, podrían sumarle cerca de 3% del PBI al déficit fiscal primario, cuya meta acordada con el FMI es de 2,5% del PBI. Asimismo, la suba de tarifas menor a lo necesario para reducir la cuenta de subsidios en línea con lo que impone el acuerdo, genera un factor adicional de crecimiento del déficit. El incumplimiento de esta meta conduce directamente al incumplimiento de otra, que es el límite de asistencia monetaria al fisco, establecido en 1% del PBI. En caso de presentarse un mayor déficit fiscal, ¿cuál será la fuente de financiamiento?. Más allá de cuan estricto resulte el FMI en cuanto al cumplimiento de las metas, un nivel de emisión monetaria más fuerte generaría una presión importante sobre la dinámica inflacionaria. De hecho, el sólo anuncio de esta asistencia, que aún ni siquiera fue realizada, ni siquiera se conoce el total final de beneficiarios, ya ocasionó la reacción de suba de la brecha cambiaria. Por su parte, la tercera meta del acuerdo, más allá de la fiscal y la monetaria, la de acumulación de reservas internacionales también comienza a percibirse incumplible. Se estableció en el acuerdo que las reservas del BCRA deberían acumular en el año unos US$5.800 millones. Por el momento vienen creciendo por debajo de lo esperado, aún con un desembolso ya otorgado por parte del organismo. La recuperación de la economía empujó hacia arriba las importaciones, y la necesidad de importar gas de cara al invierno, en un contexto de fuerte suba de los precios internacionales, complicó las proyecciones de las cuentas externas. Esta estimación de incumplimiento también para esta meta, introduce una expectativa de mayor devaluación del tipo de cambio oficial, que además ya acumula atraso dada la inflación del primer trimestre.
Todo este complejo escenario económico, donde la recuperación de la actividad comienza a perder fuerza, y la inflación tan alta distorsiona otras variables, como el deterioro de los ingresos, las cada vez más altas tasas de interés, y la bola de nieve de la deuda pública de cada vez más corto plazo e indexada, resulta agravado por la inestabilidad política. El quiebre absoluto con las posiciones antagónicas entre gobierno y oposición, el quiebre dentro de la propia coalición gobernante, la aparición de alternativas extremas con propuestas de lo más ridículas, como por ejemplo la de dolarizar la economía, no hacen más que sumar incertidumbre y deteriorar las expectativas.


El detalle del anuncio de asistencia social para trabajadores informales, monotributistas y jubilados, es el siguiente: trabajadores informales y monotributistas A y B recibirán $18.000 en dos cuotas en mayo y junio, jubilados y pensionados (hasta dos haberes mínimos) recibirán $12.000 en mayo, adicional a los $6.000 que se están pagando durante abril. También anunciaron el refuerzo de la tarjeta Alimentar con un aumento del 50%. Para cubrir este mayor gasto se buscará impulsar la “renta Inesperada” que no sea producto de nuevas inversiones sino del shock que provocó la guerra entre Rusia y Ucrania. Sería un impuesto a las empresas que tengan ganancias superiores a los $1.000 millones. Pero hasta el momento no se conoce ningún detalle de esto, y la probabilidad de que pase por el Congreso de la Nación, pareciera mínima. El costo del programa sería de aproximadamente $200.000 millones, lo que es cercano a 0,5% del PBI.


El ministro Guzmán anunció que en el primer trimestre se cumplió con la meta fiscal y monetaria del FMI. El déficit del primer trimestre sería de 0,25% del PBI. Las dudas aparecen, sobretodo, hacia el último trimestre del año.


En marzo el déficit primario fue de $-99.753 millones, desde un déficit de $-76.284 millones febrero, y un déficit de $-74.466 millones en marzo 2021. Luego del pago de intereses por $72.276 millones, se llega a un déficit financiero de $-172.029 millones. De esta manera, en el primer trimestre el déficit primario acumulado es de $-192.734 millones (-0,3% del PBI), sobrecumpliendo la meta de déficit primario para el primer trimestre de este año acordado en el crédito de facilidades extendidas (EFF) con el FMI, por $-222.264 millones. Los ingresos totales aumentaron +92% anual, con ingresos tributarios creciendo +65% anual (derechos a la exportación +113% anual, derechos a la importación +72% anual, contribuciones a la seguridad social +63% anual, e IVA +59% anual), mientras que las rentas de la propiedad subieron +1.042%, hasta $157.847 millones. Los gastos crecieron +85% anual, con gastos primarios creciendo +86% anual, principalmente por los subsidios a la energía que crecieron +349% anual, y transferencias a provincias +116% anual, mientras que asignaciones familiares aumentaron +81% anual y jubilaciones y pensiones (la categoría más grande) aumentaron +57% anual.


En el inicio de las negociaciones paritarias, el sector bancario anunció un paro para el jueves 28 de abril, y piden 60% de aumento. Los trabajadores Estatales acuerdan una suba extra en mayo y cierran su paritaria 2021 con una del 64%. Algunos sindicatos presentaron exigencias por encima de esto, como el caso de camioneros, en un 85%. Mientras tanto comercio cerró su paritaria con un aumento de 59,5%, que se pagará en siete tramos, y contempla revisiones por la evolución de la inflación. Por otro lado, alimentos pide una revisión para llevar el aumento pactado en 52,7% a 60% con tres revisiones en septiembre, diciembre y febrero 2023, mientras que la UOM (principal sindicato industrial) mantuvieron lo firmado en 45%, sin pedido de reapertura y con revisión en noviembre.


Algunos datos vinculados a la inflación se conocieron la semana pasada. La inflación mayorista (IPIM) en marzo fue de +6,3% mensual, desde +4,7% mensual en febrero, e indicó un aumento de +50,3% anual. Los productos nacionales aumentaron +6,4% mensual y +51,6% anual, y los productos importados aumentaron +5,4% mensual y +36,0% anual. El costo de la construcción aumentó +4,4% mensual en marzo, desde +3,7% mensual en febrero. Respecto al mismo mes del año anterior subió +50,2% anual. La mano de obra aumentó +4,8% mensual, y los materiales aumentaron +4,0% mensual.


En cuanto a la balanza comercial, en el mes de marzo se registró un superávit de U$S 279 millones, desde U$S 818 millones en febrero, y un superávit de U$S 400 millones en marzo de 2021. Las exportaciones aumentaron +28,5% anual, a U$S 7.352 millones, con un incremento de los precios de 22,6% anual, y en las cantidades de 4,9% anual. Las importaciones aumentaron +33% anual, a U$S 7.073 millones, como consecuencia de una suba de +16,7% anual en las cantidades y de +13,7% anual en los precios. El valor unitario del flete internacional (dólares/ toneladas) fue de U$S 134,6 por tonelada, +81,9% anual, y +167,6% superior al de marzo de 2020.
En relación a la actividad económica, en febrero el Estimador mensual de actividad económica (EMAE) registró un aumento de +1,8% mensual, desde -0,7% mensual previo. En términos interanuales creció +9,1% anual, desde +5,1% anual previo. En el acumulado del año el incremento fue de +7,0% anual. Dentro de los sectores de mayor incidencia, se destacaron comercio mayorista, minorista y reparaciones con +11,7% anual, y transporte y comunicaciones con +14,5% anual.