La dinámica inflacionaria sigue siendo el principal problema de la economía argentina y así lo confirmaron los datos del índice de precios al consumidor que publicó el Indec la semana pasada. Más adelante en este informe profundizaremos en los detalles del informe de la inflación de abril, pero lo cierto es que volvió a sorprender con un resultado por encima de lo esperado y con mayores subas en alimentos, confirmando un preocupante sesgo que se viene dando en los últimos meses. Con una inflación tan elevada en los precios de los alimentos y una situación internacional que llevó a subir muy fuertemente los precios de los commodities de exportación, y en el marco de fuerte necesidades de financiamiento de políticas de asistencia frente a la crisis, retorna el debate acerca de la necesidad de incrementar las retenciones a las exportaciones. Desde el punto de vista económico tiene sobrado sustento la necesidad, pero el antecedente de la resolución 125 en 2008 y la disputa política desmesurada que se generó en aquel entonces, generan incertidumbres en la actualidad acerca de los costos de tomar una decisión de estas características. Por el momento, el Presidente, en materia de inflación se refirió a buscar controlarla con mayores controles y regulaciones más estrictas en el marco de los acuerdos alcanzados con formadores de precios. En el medio de estas declaraciones, se conoció que la presidencia de la Unión Industrial Argentina (UIA) quedó en manos de Daniel Funes de Rioja, titular de la COPAL (Cámara de productores de alimentos), alguien que siempre se manifestó muy enérgicamente en contra de los controles. Se trata de un gesto fuerte desde un sector fuerte de la industria argentina, con muy importante representación de grandes empresas. 

Mientras tanto, la recuperación de la actividad económica se sostiene, aunque un ritmo más moderado al de unos meses atrás. Existe el riesgo de que esta recuperación vaya a ralentizarse aún más, a partir de la posibilidad cierta de que se adopten mayores restricciones, dado el crecimiento nuevamente de los contagios, en un contexto de alta ocupación en camas de UTI. 

Mientras la meta de inflación del 29% para este año queda en el olvido luego de los números de abril y las paritarias comienzan a perder objetivo, el riesgo de que este año los salarios vuelven a sufrir frente a los precios, por cuarto año consecutivo, ponen en serio riesgo la recuperación de la actividad y la calma social. En junio las jubilaciones y la AUH tendrán un aumento de 12,12% correspondiente al segundo trimestre, que utiliza la nueva fórmula que se compone de la evolución de la recaudación y del RIPTE. El haber jubilatorio mínimo pasa a $23.064 mientras que la AUH aumentará a $4.504. El índice de salarios de marzo registró un aumento de +5% mensual (por encima de la inflación mensual que avanzó +4,8%). De esta manera, en los últimos 12 meses acumula un incremento de +32,7% anual. Dado que la inflación acumulada en el mismo período es de +42,6%, en términos reales los salarios cayeron -7% anual. En particular, los salarios registrados del sector privado aumentaron un +4% mensual, los salarios no registrados del sector privado un +4,3% mensual, y los salarios del sector público un +7,5% mensual.

El presidente Fernández y su comitiva, de la cual formó parte el ministro de economía Martin Guzmán, retornó al país celebrando el resultado de los encuentros con los principales líderes de los países europeos, funcionarios del FMI y con el Papa Francisco. El objetivo de los encuentros estuvo centrado en postergar de manera ordenada los vencimientos con el Club de París y con el FMI. En el primer caso, el vencimiento por US$2.400 millones tiene lugar el 31 de mayo próximo, a partir del cual comienza a correr un período de gracia de 60 días, luego del cual se podría declarar técnicamente un default. En el segundo lugar, este año tienen lugar dos vencimientos, en septiembre y en diciembre, por US$1.900 millones cada uno. La intención es postergar estos vencimientos, imposibles de pagar en el marco de la actual crisis, hasta tanto se logren firmar nuevos acuerdos. Mientras tanto, el FMI confirmó que ampliará su emisión de Derechos Especiales de Giro (DEG), por la cual le corresponden a la Argentina algo más de US$4.300 millones, que permitirían solventar algunos gastos vinculados con la pandemia. 

En un marco de escasez de divisas, y restricciones en el acceso al mercado cambiario por operaciones de comercio exterior, cerca de 500 empresas se presentaron a la justicia para iniciar acciones legales con el Estado para solicitar que el BCRA les otorgue las divisas que fueron solicitadas para poder importar y seguir produciendo.

Se conocieron la semana pasada los datos de inflación del mes de abril. El resultado estuvo por encima, nuevamente, de lo esperado. Durante abril, el índice de precios al consumidor avanzó +4,1% mensual (en marzo había avanzado +4,8% mensual). De esta manera, acumula un aumento de +17,6% en los primeros 4 meses del año y en términos interanuales registra un aumento de +46,3% anual. Los mayores aumentos se observaron en las categorías prendas de vestir y calzado (+6% mensual) y transporte (+5,7% mensual). Los alimentos volvieron a crecer por encima del nivel general, en esta oportunidad la variación mensual fue de 4,3%. La inflación núcleo marcó un +4,6% mensual, los productos estacionales un +2,2% mensual, y los regulados +3,5% mensual. Se observa como aquellos precios que quedan fuera del alcance del gobierno, como los que conforman la inflación núcleo, crecen por encima del promedio, que termina retenido por la contención en las subas de tarifas. Esto último, es materia de discusión dentro del gobierno, algo que tratamos en un informe anterior, con el eje en el conflicto entre el ministro guzmán y uno de sus funcionarios del área de energía, Federico Basualdo. 

En el marco de la creciente necesidad de financiar paquetes de estímulo a la economía y asistencia social, el Gobierno planea enviar al Congreso un proyecto de Ley para modificar las alícuotas del impuesto a bienes personales (incrementándola en las escalas más altas) y también un alivio impositivo a sectores con capacidad de crecimiento y generación de divisas.

La industria manufacturera utilizó en marzo el 64,5% de su capacidad instalada, el mayor nivel desde noviembre de 2018 de acuerdo con los datos oficiales del INDEC. En relación a marzo de 2019 también hubo una mejora, de 5,7 puntos. Esto da cuenta de la recuperación de la actividad, que se pretende no frenar con restricciones que afecten al sector. Por este motivo, el viernes se anunciarán mayores restricciones, pero muy quirúrgicas, descartando un retorno a la fase 1.